jueves, 5 de octubre de 2017

DISCURRIR

 La nostalgia es peligrosa porque puede ser revolucionaria: nos negamos a abandonar aquellos momentos felices... Bueno, quiero decir que nos negamos a abandonar el recuerdo de aquellos tiempos felices... Y esos espacios no los controla nadie. Ni el mayor poder absoluto es capaz de aniquilar nuestras singulares experiencias. ¡Tendréis que discurrir mucho para acabar con ese rincón de libertad!